sábado, 5 de octubre de 2013

El pequeño papillero

Hola de nuevo a todos, como os había prometido, aquí estoy de nuevo escribiendo la segunda entrada del fin de semana. Hoy toca hablar del pequeño papillero... no hace falta que os vuelva a contar lo que le paso, que cual fue la razón del que me he visto obligado a darle de comer a mano. 

Pues ha sido un proceso bastante largo y sobre todo, con muchísima paciencia. Puesto que me ha resultado más costoso y trabajoso que con las ninfas, que resulto ser un cabezón a la hora de comer semillas... A pesar de estar recibiendo una única toma de papilla al día, prefiere pasar con hambre que intentar picotear semillas... lo cual hizo que adelgazara una barbaridad en pocos días. 

Al verlo tan delgado, prácticamente en huesos, me he visto obligado a aumentarle de una toma a dos tomas al día, y de ahí a tres de nuevo... tampoco iba a arriesgar de que el bicho muera de hambre. Y menos aún estando en huesitos como estaba... 

Y de un día para otro, para mi sorpresa y medio susto, me lo he encontrado con el buche a reventar y tan duro como una piedra, y he llegado a pensar que a ver si era papilla de la última toma "fraguada", es decir, desecada (sin agua). Y como tampoco podía diferenciar si eran bolitas de semilla o papilla desecada, me preocupe bastante. Al día siguiente he descubierto que eran semillas y no sabéis el alivio que he sentido. 

¿Cual era el siguiente paso? Intentar que se sociabilice con más pájaros de su especie, puesto que no quería tenerlo como puro papillero en casa en una jaula, quería que estuviera con más pájaros de su especie. Para eso he metido dos periquitos en la misma jaula de él, y al principio se mostró muy agresivo y no les dejaba tocar nada de su jaula. 

Pero el tiempo hizo su función, ha acabado teniendo relación con ellos: se dan besitos, caricias mutuamente, se alimentan del uno al otro mediante reguritación... así que me he sentido muy orgulloso por mi pequeño, otro pájaro más al que le salvo la vida. Y otra experiencia me llevo, he aprendido tantas cosas con él, puesto que nunca me había enfrontado con un bicho tan cabezón a la hora de destetar.

Y actualmente está en la voladera con los demás periquitos, pero aún en la jaula donde estaba de pequeño... que aún no me atrevo a soltarle a un espacio tan amplio. Pero parece ser que se ha vuelto más "salvaje", cosa que quería que llegara y parece ser que lo he conseguido. Que de adulto va a ser un periquito prácticamente igual que los demás, pero lo único diferente que tendrá de los demás, es que ha sido alimentado artificialmente :)

Un saludete, y nos seguimos hablando. ¡Feliz fin de semana!