viernes, 19 de julio de 2013

¿Empapillar? Pues sí

Otra vez estoy empapillando, en esta vez, a un periquito... pues hoy he vuelto de otro viaje y me he encontrado con el nido de Gala y Dorado con nuevos huevos de una tercera puesta, y por supuesto que he retirado todos los huevos (ha puesto tres) incluso el nido mismo. Todos los pollos fuera del nido, aunque los cuatro primeros ya estaban fuera, que habrán salido por si mismos y los dos mas pequeños los he tenido que sacar yo. 

El penúltimo estaba muy bien, ya en condiciones para poder aprender a vivir por si mismo... pero el último, el perlado doble factor, me lo he encontrado muy débil y con el buche prácticamente vacío, solo tenia un par de semillas de nada. Estaba muy apagado, muy desmejorado y en huesitos... me mordía las yemas de los dedos con unas ansias, como diciendo, "daaaaaame de comer". Me asuste y lo primero que se me vino a la cabeza fue cogerlo y cobijarlo en mis brazos, fui a por el bote de papilla de "reserva" para situaciones de emergencia como esta y una jeringa. 

Inmediatamente tenia ya la papilla preparada, calentita y le ofrecí la jeringa y el pequeñito se puso a comer como un loco... me dieron ganas de llorar, un sentimiento de culpa tenia... los pájaros han estado bajo responsabilidad de una persona de confianza, pero no tiene conocimientos como para considerar que el pollito en esos momentos requería de una ayuda (ojo, no le estoy echando la culpa, que bastante ha hecho en venir a cuidarmelos, cosa que le agradezco de corazón). La cosa se quedo en que comió una jeringa entera, y eso que era la primera vez... ¡Imaginaros el hambre que tendría como para tragar cualquiera cosa nueva! 

Lo he dejado de nuevo en la jaula con sus hermanos, para ver si los padres se preocupaban por él y lo alimentaban, pero ni eso, lo tenían solo y apartado... pasadas unas horas, he vuelto a por él y me estaba pidiendo de comer... ¡¡A MORDISCOS!! ¡¡NO ME SOLTABA!! Se quedaba colgado mordiendo mi dedo... ¡El hambre le estaba matando! 

Así que le he preparado otra deliciosa papilla, ha comido de nuevo otra jeringa entera y se ha quedado a gusto... Y ya he tomado la decisión, si todo va bien y no haya problemas, será un periquito papillero. Me es imposible tenerlo en la jaula con sus propios hermanos porque este domingo tengo otro viaje y seguramente no vuelva hasta el fin de semana que viene... ¡Como para dejarlo solo! ¡Me lo llevo de viaje conmigo! 

Aquí tenemos una sucesión fotográfica, en orden cronológico, desde el minuto uno al último del momento de la toma: 

1. Lo vemos apagado, ahí se mantenía mientras estaba erre y erre dando vueltas a la papilla para conseguir su masa adecuada y uniforme... 


2. Para que se fuera familiarizando y relacionando a la jeringa como "comida" y para mi sorpresa, en su segunda toma ya sabia que de ahí viene comida porque ha reaccionado tal como tenia que reaccionar, abriendo el pico e introducirlo en la boquilla de la jeringa. 


3. Mientras seguia removiendo la papilla, le he ofrecido mis dedos para ver como reaccionaba... puesto que si muerde con ganas, busca comida con ansias... es un sintoma muy bueno, muestra que el pollo tiene ganas de comer y que aún tiene fuerzas... asi es menos complicado a la hora de alimentarlo. 


4. Por fin la comida estaba lista, calentita... ¡No ha esperado ni un segundo para comer! 


5. No voy a decir que se encuentra precioso, porque seria engañarme, nada mas porque esta muy desmejorado de haber pasado días sin comer, a saber... pero apuesto en que se recuperara y se pondrá muy guapo, un perlado DOBLE FACTOR y dorada... equivale a: PRECIOSIDAD. 


Ahora mismo estoy escribiendo estas lineas con el pequeño entre mis piernas, bien cobijado y durmiendo agusto... ¿desde cuando no habrá dormido con la tripita llena y calentito? En fin, mejor no pensar... que empeoro. 

Seguiré contando como vamos con el pequeño, espero de verdad que todo vaya bien... y más aún, con una persona que tiene experiencia en alimentar a mano a polluelos.